Hace unos días, circulaba por los
medios informativos españoles un concepto salvador : las Arcas
de Noé . Como lugares de recogimiento o confinamiento para personas
infectadas por covid- 19 . Para pasar allí el periodo de evolución de
la infección y no contaminar al resto de la población. Quizás en
sentido inverso al explicado el la Historia Sagrada con respecto del
Diluvio Universal.
Por otro lado, con cierto paralelismo
con la idea de un diluvio universal, también se decía..., no sin
cierta sorna, que la señal de que se podía salir de casa, del
confinamiento , con tranquilidad de que todo había pasado, sería
cuando viésemos que las tiendas de los chinos, los bazares
multicosas, abrían. Sería algo así como cuando Noé soltó una
paloma desde el Arca y esta regresó con una ramita de olivo en el pico .
Pero, no hemos de olvidar que estamos
recluidos en casa, atemorizados, tras un diluvio de informaciones
trájicas y tormentas de desinformaciones interesadas lanzadas desde algunos
sectores reaccionarios de la sociedad.
Con todo ello, cada cual, lo pasa como
puede... todos estamos convencidos de que no queda otro remedio... y
atendiendo a una ley natural... acabamos adaptándonos al medio
ambiente en que nos ha tocado vivir. Y este presente es lo que
tenemos. Ayer, el mes pasado, al año pasado... pasado está.
Mañana, pasado mañana, el mes próximo, el año que viene... sabe
Dios que pasará.
Por ello, aquí y ahora, nos empeñamos
en vivir el día como si fuese único. Y en realidad lo es... Pero es
una forma de hablar mas bien como si fuese el último. No podemos
olvidar la cantidad de gente que se ha quedado en el camino... y las
tristeza de sus familiares y allegados que no han podido acompañarles
en sus últimos momentos.
Para los que tienen fe, o son
creyentes, de cualquier religión monoteísta, existe una
resurrección. Para mucha gente, tan solo han pasado a otra dimensión
o forma de vida; quizás a una reencarnación...
Nos hemos perdido, las Fallas de
Valencia, los moros y Cristianos de Villafranqueza, La Semana Santa,
la Liga de Fútbol, las horas de entrenamiento en los gyms , las
salidas a pasear , a tomar el sol, el tardeo en Alicante , nos
pederemos las fiestas de San Vicente, los Moros y Cristianos de
Alcoy , la Santa Faz de Alicante , La Feria de Abril de Sevilla , La Romería del Rocío a Ayamonte, Las Hogueras de San Juan de Alicante ,
posiblemente los San Fermines de Pamplona... y no se cuantas cosas
más.
Ya la vista se nos gira hacia China, un
país inmenso, no muy conocido por lo lejano...quizás porque la
imagen que teníamos de China fuese anterior al último emperador..., quizás porque trabajan como chinos... pasaron de ser restaurantes
baratos y con fama de dudosa calidad a bazares multiproductos donde
encontrar todo lo que buscábamos a precios increíblemente baratos...
Por ello los chinos siempre tan amables y serviciales en sus
comercios no son comprendidos quizás por las diferencias culturales
tan grandes en nuestros orígenes y quizás también porque mantienen su
idioma y su cultura sin olvidar sus lugares de procedencia.
Hoy son como el alfa y omega del
COVID-19 . Allí, en China se inició la pandemia y allí, de momento, finalizó.
Y hay gente ahora que hacen el símil de los chinos con la paloma que Noé echó a volar. Paloma que trajo en el pico una
ramita de olivo para significar que no hay peligro fuera de de nuestros refugios domésticos..., de nuestras arcas de Noé
Por eso, pienso yo, cuando esto acabe,
que deberíamos crear una fiesta conmemorativa del fin de la
pandemia, similar a la de los moros y cristianos; podríamos llamarla
CHINOS Y CRISTIANOS.
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